OPINIÓN

EL CUENTO DIVIDIDO.

Cuento # 18.

Si tiene o no qué ver con el aislamiento físico de esta nueva realidad, es juicio que te dejaré a ti, querido lector.

Pero el caso es que lo soñé anoche y me pareció relevante y digno de
compartir.

Resulta que, estaban cuatro amigos compartiendo entre cerveza, botana
y una buena comida, y sin proponérselo, llegaron a componer una bella
historia.

Tenía de todo: un excelente principio, buena trama, personajes interesantes y un desenlace espectacular.

Muy contentos con el resultado, decidieron que valía la pena publicarlo.
Sin embargo, después de tan grande momento creativo, la charla fue derivando hacia lo negativo, y terminaron peleando, discutiendo a gritos.

Cada uno salió dando un portazo, y el único que quedó, era el dueño de la casa.

Allí quedó el cuento, olvidado. Descartados los sueños, eclipsados por las
diferencias y rivalidades, por celos y malentendidos, por resentimientos
guardados y todas esas emociones negativas que son capaces de destruir la alegría y el amor.

Pasó el tiempo, y los cuatro amigos seguían sin hablarse. Aunque el ardor ya se había apagado, el orgullo, el no saber cómo propiciar un acercamiento, las inseguridades, no les permitían encontrarse de nuevo.

Un sobre llegó por correo. Contenía la cuarta parte de aquel cuento. Pero cada uno recibió un fragmento distinto. El remitente, era el amigo donde el escrito había quedado abandonado primero, cada uno trató de reconstruir la historia escrita, pero en vano.

Había partes que no recordaban, se les perdía el orden de las cosas. Así que, se comunicaron con el remitente. El le dio a cada uno, la misma respuesta.

– Ven a mi casa, a buscar el resto.
Así fue como los cuatro, un buen día, se reunieron de nuevo. Y se dieron cuenta que solamente juntos, podían reconstruir la bonita historia, y publicarla.

Del silencio incómodo pasaron a la sonrisa, a los recuerdos ya las risas.
Finalmente, agradecidos con el compañero que los había reunido, publicaron la historia, con la autoría de los cuatro y un agradecimiento especial, para aquel que los juntó de nuevo.

Todos somos protagonistas de una historia, que estamos escribiendo simultáneamente, cada día de nuestra vida. Puede ser que el fragmento que nos toca sea interesante y parezca completo.

Pero créanme, cuando juntamos nuestras historias, y leemos la de el otro, el gran libro de la vida adquiere dimensiones superiores.
Agradezcamos la presencia de los demás. No estamos solos en este mundo y estamos más correlacionados de lo que podemos imaginar.
Por eso, cada pensamiento, emoción, y acción, mueve a la humanidad completa en otra dirección, ya que al formar parte de esta compleja estructura contenida en nuestro pequeño y hermoso planeta azul, lo que
hacemos, afecta a los demás.

Te invito a escribir un bonito fragmento de este cuento, que por tantos años, ha estado plagado de guerras y daños.

Escribamos capítulos nuevos, llenos de amor.

Marissa Llergo.

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