OPINIÓN

ROMPER Y DESAPRENDER.

El poder destructivo y el constructivo que poseen Las palabras, una vez que se toma conciencia de ello, es impactante y sobrecogedor.

Comencé a entenderlo hace tiempo, cuando me atreví a decir en voz alta, a quienes me rodeaban, muchas de mis impresiones personales. Cuando, más tarde y gracias a una terapia, reuní el valor suficiente para decir NO, y expresar desacuerdo.

Hace muchos años, tuve un sueño que nunca olvidé, y que a medida que he vivido, he tenido oportunidad de comprobar su certeza, al menos en lo que a mi vida personal se refiere.

Soñé que era una sirena. Aunque las originales no eran hermosas, descritas como seres con rostro de mujer y cuerpo de ave, en mi sueño me parecía más a la siguiente versión, una mujer con la mitad superior humana y la inferior como un pez. Eso sí, a todas las sirenas se les reconoce una hermosa voz.

En fin, en mi sueño, me encontraba sentada sobre una roca, en medio de un pequeño islote y rodeada de tierra firme hasta donde alcanzaba a mirar. Y sola.

De pronto, abría la boca y comenzaba a cantar, una melodía tan hermosa como tremendamente destructora. Mientras cantaba, lo que tenía frente a mi, en tierra firme, se desmoronaba, edificios, casas, bosques, puentes, calles y carreteras, montañas…

Giraba la vista y el canto hacia otro punto y sucedía lo mismo, y así fui recorriendo, con voz y mirada, cuánto me rodeaba, creando una enorme devastación.

Pero, de cada lugar que había quedado en ruinas, casi de inmediato surgían nuevos prados, bosques hermosos, casas de colores, Bellas edificaciones.

Pasaron años, antes de que comprendiera en su totalidad el significado de esta fantasía de exterminio y recreación.

Ahora veo que el sueño era profético. Aunque simbólico también.

Es verdad que cuando comencé a decir la verdad en voz alta, muchas de mis estructuras cayeron al suelo, hechas pedazos.

Lo curioso y hasta ese momento inimaginable, es que tanta destrucción y resurgimiento, contrario a lo que esperaba, sucedieron en mi persona. Por supuesto, cada uno de nosotros es fractal del mismo universo, y por tanto, si cambio yo, cambia TODO A MI DERREDOR.

Soñar que eres una sirena, significa que vives un conflicto interior. El ser mitad humana, mitad pez, significa que te mueves en dos mundos diferentes, y que la mitad de tu ser no reconoce a la otra mitad.

Además, las sirenas simbolizan la renovación, pues como seres de agua, encarnan la revitalización el sagrado líquido. El agua es vida, crecimiento, renacimiento.

¡El maravilloso mundo de los sueños! Nos interna en los más inexplicables y fantásticos escenarios. Soñar con sirenas es un simbolismo puro y directo de afirmación de personalidad, sexualidad, amor y pasión para con uno mismo.

Yo me soñé posada tranquilamente en una roca, observando mi horizonte en cada dirección, significa la legada de buenas noticias, o la superación total de momentos duros.

Tardé mucho tiempo en entender todo esto, y sobre todo en atreverme a llevar a cabo tantos cambios. Pero, no me atrevo a usa la palabra “Demasiado”, porque estoy convencida de que las cosas llegan, y se viven, en el momento perfecto.

Como dice la canción de Shakira:

“Y ahora estoy aquí,

Queriendo convertir

Los campos en ciudad

Mezclando el cielo con el mar…”

Así me encuentro hoy, en una nueva ciudad (nueva para mi), en un nuevo país (again, for me), y escribiendo un capítulo diferente de esta vida que yo elegí, y sigo eligiendo.

Con amor, la sirena.

Marissa LLergo.

MÁS POPULARES

Arriba