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EX PRESIDENTES DEL IFE ALERTAN REGRESIÓN POR REFORMA

Los ex presidentes del antiguo Instituto Federal Electoral (IFE) advirtieron que la reforma electoral del Ejecutivo Federal implica regresar a un sistema que imperaba en 1988, con la que se pierde la autonomía del órgano, se busca mantener el control autoritario en la competencia entre partidos y afecta al sistema democrático del País en su conjunto.

En un foro “En defensa del INE” organizado por el Frente Cívico Nacional, José Woldenberg, Luis Carlos Ugalde y Leonardo Valdés alertaron del golpe que desde el Gobierno se le quiere dar a las instituciones electorales, no solo con la reforma electoral, sino también con un posible castigo presupuestal y la eventual falta de acuerdos para elegir a nuevos consejeros en abril del 2023.

Ante los riesgos en que está el Instituto Nacional Electoral, Luis Carlos Ugalde llamó a la ciudadanía a salir a las calles, porque no basta con la participación en foros y en redes sociales.

“La batalla simbólica en las calles es importante, hubo mofa cuando hubo una marcha para defender al INE, hubo poca gente, de que no somos capaces de marchar en domingo. Las calles son un elemento simbólico para defender al INE.

“La diplomacia tuitera y el cabildeo a través de Facebook, son muy bonitos, ayudan, pero son insuficientes, de tal forma invitaría a que tratemos de propiciar, en los próximos meses, a que haya manifestaciones pacíficas, virtuosas, pacíficas, para dar este punto de vista de muchos mexicanos”, exhortó el ex presidente del INE.

José Woldenberg expuso que de la reforma electoral propuesta por el presidente de la República resulta alarmante su intención, políticamente escondida, de mermar la autonomía de las instituciones electorales, para alinearlas a la voluntad oficial.

“Desde el Gobierno se añora tener representantes con poder de decisión y es entonces cuando intentan colocar voceros, en vez de consejeros. Con ello, le hacen daño a la institución y en mediano plazo también se lo harían a ellos mismos, ya que desacreditarían el expediente que le otorga legitimidad al Gobiernos y Congresos, que son las elecciones.

“La autonomía es necesaria, quiero pensar que a la sociedad mexicana quiere ser un hogar donde las diversas de corrientes políticas puedan convivir y competir de manera institucional, pacífica y ordenada, ese fue y sigue siendo el reto mayor, lograr que la coexistencia de la diversidad en un órgano se despliegue con garantías para todos, y ellos solo es posible con un organizador y un árbitro autónomo”, planteó Woldenberg.

Dijo que la autonomía del INE es la capacidad de la institución para tomar decisiones sin la interferencia de los poderes públicos ni partidos.

“Preservar y robustecer autonomía resulta imprescindible por tres razones: por necesidad, por nuestra historia y por el proyecto de País creo que compartimos más allá de filiaciones políticas”, remarcó.

Leonardo Valdés explicó que el modelo construido luego de 1988 fue debilitando el control autoritario del Gobierno sobre las elecciones y se dio paso a un sistema control democrático del proceso electoral.

“Para mi, no hay una sola propuesta en esta iniciativa de reforma que fortalezca el control democrático de los procesos electorales y tampoco hay ninguna propuesta que fortalezca la legitimidad del proceso electoral, por eso ya tendremos materia los historiadores por qué se hizo esa propuesta, qué se quería obtener y por qué, espero, no se aprobó”, indicó.

Expuso que una de las propuestas más graves del Ejecutivo es desparecer el Servicio Nacional Electoral y que haya órganos temporales que llevan a cabo la organizaciones de las elecciones.

“Esa propuesta de desaparecer al Servicio Profesional Electoral nos lleva a 1988, así se organizaba la Comisión Federal Electoral, nombrando a 32 presidentes de órganos temporales y 300 distritales, que iban acompañados de los representantes de los partidos a buscar funcionarios de casilla.

“Curiosamente, muchos de funcionarios de casilla eran del mismo partido y se registraban las casillas zapato. El antídoto a eso se llama Servicio Profesional Electoral, por eso la iniciativa es una propuesta temeraria y gravísima, es regresarnos al control autoritario del proceso electoral”, explicó en su participación.

Valdés agregó que se afecta también a los partidos si se cancela el financiamiento público ordinario, porque llevaría a conseguir dinero de quién sabe qué fuentes para sus actividades.

Dijo que el planteamiento de elegir candidatos mediante listas de representación tampoco es algo que beneficie ni a Morena, porque ese partido no pudo en 2021 lograr mayoría simple ni calificada.

“Parece una propuesta improvisada, no es llevar representación proporcional para elevar la calidad de la representación, para evitar la sobrerrepresentación y la subrerrepresentación no es con esa fórmula, que no beneficia a nadie”, consideró.

Ugalde puso énfasis en que la defensa del INE pasa por siete batallas que debe realizar la ciudadanía, no solo en la expresión contra la reforma electoral.

Dijo que para tener un ciclo “natural de evolución democrática” y no quedarnos con la transición de una “supuesta izquierda”, el sistema debe seguir caminando hacia un sistema donde el Gobierno acepte los resultados del 2024 y los opositores también.

“Se debe dar batalla por la memoria de la historia de las reformas, ser congruente; una batalla por la legalidad, una batalla por la autocontención democrática, una batalla por el Presupuesto del INE, una batalla por el nombramiento de consejeros, la batalla por la aceptación de los resultados en 2024 y la batalla pacífica en las calles”, consideró.

Expuso que la batalla por el Presupuesto del INE es vital, para que con el argumento de “abaratar la democracia” no se busque afectar las capacidades del órgano para la organización de las elecciones del 2024.

Sobre esto, Woldenberg comentó indicó que el 30 por ciento del presupuesto del Instituto Electoral es la integración del padrón electoral, de las listas nominales y de la credencial para votar, por lo que cuestionó si se le puede llamar “gasto electoral”, cuando el plástico se ha convertido en la cédula de identidad de los mexicanos.

Ugalde agregó que también se corre el riesgo de que no haya acuerdo para elegir consejeros electorales el próximo año y se obligue al INE a operar con solo 7 de sus 11 integrantes.

A ello, Leonardo Valdés citó que podría no pasar “nada”, porque trabajaría un sistema electoral ya establecido para organizar elecciones, pero ello no dejaría de afectar la capacidad del Instituto.

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