OPINIÓN

ALIANZA Y REGRESO DEL HIJO PRODIGO.

Los que promueven el Frente Ciudadano por San Luis, Eugenio Govea y Xavier Azuara piensan en grande. Ya desde ahora están colocando los cimientos de lo que será su estrategia de competición para la elección de gobernador, diputados y alcaldes en 2021.

Su voluntad de poder es sólida. Su ambición no tiene límites. Huelen la oportunidad de reivindicarse. De ajustar cuentas con su pasado. De retomar el camino hacia un Destino Manifiesto que no es otro que el de instalarse en el trono del poder. Para eso se han preparado. Por esa ambición han tenido que pactar, traicionar y muchas veces tragarse la hiel de la derrota.

Para ellos ha llegado el momento de la revancha. La vida les da otra oportunidad. Los astros se alinean en su favor.

La sagacidad de Eugenio Govea queda de manifiesto al aprovechar la coyuntura que le brinda la alianza que a nivel nacional han suscrito el Partido Acción Nacional (PAN), Movimiento Ciudadano (MC) y el PRD para formar el Frente Ciudadano por México. Es la oportunidad de reconciliarse y beneficiarse de sus antiguos compañeros de partido. Govea es el hijo prodigo que regresa al hogar paterno, al PAN, partido que abandono en 2009.

Las alianzas en política se valen. Se construyen para aumentar la fuerza de los partidos o para mitigar las debilidades que les aquejan. La ley electoral las reconoce y regula. Los partidos políticos las han utilizado en muchas ocasiones para competir en los comicios. Pero la mayoría de las veces quedan ocultas las intenciones siniestras de sus promotores.

El nacimiento en tierras potosinas del “Frente Ciudadano Por San Luis” no es un simple membrete que busca replicar la estrategia nacional de los ahora partidos coaligados. Es un proyecto de largo aliento que deberá culminar con una nueva era para nuestro estado en donde Govea y Azuara escribirán la historia de nuestro pueblo.

Por ello en la presentación del Frente Ciudadano por San Luis, ocurrido el pasado 10 de octubre, los dos dirigentes partidistas fueron muy precisos al manifestar que el objetivo de la alianza en 2018 es sacar al PRI de Los Pinos, aunque a nivel estatal los partidos aliados buscarán obtener el mayor número de curules en el Congreso local y ganar todos Ayuntamientos.

Pero las elecciones del 2018 sólo son una estación de paso. La tierra prometida está en el 2021 cuando se renovará la gubernatura.

Govea siempre ha soñado ser gobernador del estado. Ya lo intento una vez en 2008 y fracaso. Quién no recuerda aquella memorable elección interna en el PAN cuando el oriundo de San Ciro mordió el polvo al ser derrotado por Alejandro Zapata. Y aunque en principio aparentemente aceptó su ruina, pocos días después hizo el berrinche de su vida y califico la elección interna como “un cochinero” renunciando

de inmediato al PAN. Su despecho por la derrota lo trastornó a tal grado que echando espuma por la boca cometió un acto de alta traición al apoyar abiertamente al candidato del PRI-PVEM-PSD a Gobernador, Fernando Toranzo Fernández. Dijo en aquella ocasión: “Estoy convencido que necesitamos un gobernador sensible, solidario, que escuche, que sume. Ese es Fernando Toranzo” y acto seguido le levantó la mano en señal de sumisión.

Con esta felonía Govea propició la derrota de Alejandro Zapata, quién ya se sentía gobernador. Y empezó así una larga etapa de desdichas para el PAN.

Pero los panistas no tienen memoria ni dignidad. Parece que ya le han perdonado su perfidia. Han olvidado señalamientos tan ofensivos pronunciados por Govea como aquellos lanzados el primero de julio de 2009 en una entrevista para El Universal: “Renuncio porque no estoy de acuerdo con el PAN. Hoy por hoy, Acción Nacional ha extraviado su esencia en manos de un presidente como Germán Martínez, autoritario y tramposo”.

El ahora presidente de Movimiento Ciudadano, consumado trapecista de la política, terco y audaz, no se detiene nunca en su aspiración de gobernarnos. Como ya se ha visto, es un ladino y ambicioso político que no tiene escrúpulos. Cambia de ideología política sin ningún recato. Ayer panista, hoy dirigente de un partido de presunta izquierda.

¡Qué dirán los Meade! Los panistas totalmente extraviados y en decadencia. Los que en otro tiempo fueron los guerreros de “la brega de eternidad”, “los místicos del voto”, los que militaban en el “partido de la gente decente”, ahora se rinden y humillan ante su verdugo.

En cuanto al inexperto Xavier Azuara no cabe duda que Govea lo está chamaqueanado. Lo utiliza para avanzar en su estrategia de futuro. La perversa intención del tortuoso dirigente de Movimiento Ciudadano es que toda la estructura del PAN y su militancia regresen a su dominio para ampliar su base de apoyo y pavimentar así el camino a la gubernatura dentro de cuatro años. La zanahoria que Govea le ha ofrecido a Xavier para seducirlo es prometerle que él será el presidente municipal de la Capital en el 2021 ya que según sus cálculos el Frente Ciudadano por México ganará la elección presidencial del próximo año (obviamente con Ricardo Anaya) y con ello todo el poder del gobierno federal se volcará para hacerlo ganador. ¡Cuánto candor! Le venden espejitos por oro.

Pero hay que ser indulgentes con el joven dirigente del PAN. Xavier sigue añorando el paraíso perdido, la alcaldía de la de la capital que no pudo ganar en 2015. Hay que recordar que fue derrotado estrepitosamente por Ricardo Gallardo Juárez en aquel año funesto para él. El trauma sigue vivo y doliéndole.

Llama la atención que en esta mesa de apuestas para formar el Frente Ciudadano por San Luis haya un jugador ausente que tiene gran relevancia: el PRD. Este partido no firmó el pacto. No están convencidos de ir de la mano del PAN y PRD.

Los Gallardo no creen necesitar a estos institutos políticos para mantener su control sobre la zona metropolitana. Tampoco son ingenuos y para nada creen que Govea

y Azuara tengan una motivación honesta para formar la alianza. Los conocen y están seguros de que el dichoso Frente no es más que una artimaña para apuntalar sus proyectos personales rumbo al 2018-2021.

De todos modos el Frente va, dice Govea: “Porque no los vamos a esperar sentados” (a los Gallardo). Y aun cuando el plazo para registrar Alianzas ante el CEEPAC vence hasta el 11 de noviembre, no hay seguridad de que el Frente Ciudadano Por San Luis logre conformarse tal y como a nivel nacional se ha diseñado, es decir, con los tres partidos políticos hermanados (PAN, PRD y MC).

Resulta claro que los partidos políticos en San Luis Potosí ya están haciendo su tarea. Por lo menos el PAN y Movimiento Ciudadano. El PRD se cocina aparte.

Pero el que no da color y se haya pasmado es el PRI. Quién sabe que estarán esperando sus estrategas. Da la impresión de que al menos en la Capital no traen brújula.

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