ROCK

WHOOSH!: SE TITULA EL NUEVO DISCO DE DEEP PURPLE.

Para los integrantes de Deep Purple pareciera que fue ayer cuando lanzaron el mítico Machine Head, donde enloquecieron a los amantes de la música con temas como ‘Space Truckin’’, ‘Smoke on the Water’ o ‘Highway Star’ y en un parpadeo, las décadas han pasado, viviendo cambios de alineación, altos y bajos, peleas y reconciliaciones, despedidas y regresos, toda la historia de Deep Purple ellos la han definido con el título de su nuevo álbum:

«Whoosh!»

Formando una trinidad con Now What?! (2013) e inFinite (2017), los nuevos lanzamientos que han revivido el amor por la banda británica que, no solo daría forma al Rock de su época, también abriría la puerta a cimentar el sonido del Heavy Metal como lo conocemos, dichos trabajos tienen un sonido renovado, distinto, pero en esencia sigue siendo el Purple que influenció a jóvenes en décadas pasadas a crear sus propias bandas, tocar un instrumento o intentar llegar a las notas inhumanamente agudas de Ian Gillan.

Este caso vuelve a aplicarse en Whoosh!, pues sabemos que no crearán otro ‘Smoke on the Water’ o una nueva ‘Highway Star’, pues el movimiento orgánico y natural de la música es evolucionar y los fans agradecen esta movida, pues la belleza de Deep Purple es precisamente la variedad musical que estos veteranos ofrecen en su catálogo, como diría Ian Paice, baterista de la banda;

«Encontrando nuevas maneras de hacer the hacer las cosas viejas».

La música de Whoosh! se desarrolla de una forma orgánica, haciendo las letras más contemporáneas, sociales y políticas apegadas al mundo que vivimos actualmente, pues en indudable que vivimos en tiempos muy enigmáticos, por decir poco, y el punto de las letras de este trabajo es exponer lo que sucede estos tiempos y ser provocativos, haciendo que el escucha piense y analice lo que sucede actualmente.

Otro punto a favor de Whoosh! es que nuevamente tenemos la brillante colaboración de Bob Ezrin en la producción del disco y si no te suena el nombre, el es la mente maestra que produciría discos del calibre de Welcome to My Nightmare de Alice Cooper, fungió como co-productor en The Wall a lado de Pink Floyd, o produciendo Destroyer, uno de los mejores discos de Kiss, donde Ezrin colaboraría hasta en la composición de temas como ‘Beth’ y ‘Detroit Rock City’; quien estando a bordo con Deep Purple ha logrado que estos últimos dos trabajos tengan un sonido envidiable, pues como dice Ian Paice;

«Cuando dejas a un montón de músicos en el estudio a solas, es como un montón de pollos sin cabeza.»

El papel de Ezrin es que, en lugar de que los músicos hagan lo que quieran, hagan lo que deben hacer, además de enfocar a los integrantes, dirige a la banda a crear grandes piezas, pues los invita a soltarse, pues como el dice;

«Yo no quiero canciones, quiero música».
Creando un ambiente relajado para crear piezas que jamás pensaste que una banda con tanta trayectoria podría lograr.

Whoosh! no es la excepción, pues resulta un disco creativo, acorde, orgánico y potente, pero tiene la característica de ser divertido a su vez, esto sin demeritar la impresionante profundidad de los temas tocados en la lírica del disco, y si es posible decir que esta obra tiene el mejor sonido que ha podido lograr Purple en tantos años de historia.

Una promesa que se hicieron los integrantes de Deep Purple es jamás tratar de estar a la moda o perseguir tendencias, pues si estás a la moda hoy, pasarás de moda mañana y jamás han intentado engañar a sus fans forzando canciones intencionalmente comerciales, pues siempre han hecho lo que ha salido naturalmente para ellos y es muy notorio en las letras de Whoosh!, pues antes hablaban de autos veloces, acostones de una noche, fiesta enloquecida y hasta teorías de conspiración y, como Ian Gillan admite:

«Conforme vas creciendo se vuelve más embarazoso escribir sobre esas cosas».
Y este álbum comprueba que la complejidad de las letras se nota en la madurez de la banda, pues resultan sumamente introspectivas para el escucha.

El disco en sí está lleno de joyas, muy distinto a lo que seguramente te acostumbró la banda en sus discos clásicos, pues si, hay canciones muy rock clásico como ‘What the What’, que nos recuerda mucho al Mark I de Purple hasta con un solo de teclado muy de los inicios mas rock and roll de la banda, pero claro que encontrarás canciones más complejas como ‘Step by Step’, aun que son realmente fáciles de escuchar y hasta podrás encontrar piezas hermosas como ‘Nothing at All’, que dentro de su composición baladesca, encontrarás bellos arreglos bastante bien estructurados. ‘Throw My Bones’ el sencillo principal de Whoosh!, tiene una potente melodía y la voz de Gillan hace parecer que era ayer cuando escuchaste por primera vez ‘Black Night’.

Otro tema que sobresale es ‘The Long Way Round’, que es un tema rápido, pesado pero con una característica melodía vocal y una teatralidad que nos recuerda a un rock pop del estilo de Billy Joel, es curiosa esta mezcla y nos demuestra que solo Deep Purple puede lograrla. En la línea de canciones donde la voz es clave tenemos ‘Drop The Weapon’, otra pieza divertida, con un sonido clásico y nuevo a la vez, que hace imposible no cantar ese coro. Hay elementos de otros géneros muy sutilmente incluidos en este trabajo como ‘No Need to Shout’, donde puedes escuchar un poco de funk en el groove de la batería, mezclado con una guitarra que podemos definir como crujiente y un coro bastante divertido.

Al escuchar este disco te encontrarás constantemente sacudiendo tu cabeza, pues canciones como ‘We Are All the Same in the Dark’, que si escuchas como interactuando el teclado de Don Airey y la guitarra de Steve Morse, te darás cuenta que el aporte de los más recientes integrantes es enorme, pues eleva muchísimo esta canción.

Ya cerca del final del álbum encontrarás un temazo bastante oscuro en ‘The Power of the Moon’, la letra es misteriosa, la guitarra y el teclado juegan con figuras sacadas de una película de terror, estallando en el coro con una línea bastante hipnótica, haciendo de esta canción una de las más interesantes del álbum.

El disco cierra con ‘Remission Possible’, que continúa con el misterio de ‘Power of the Moon’, aun que más rápida y climática, resultando en un cierre bastante adecuado, por no decir heroico y que podríamos decir que es lo más cercano al sonido clásico de Deep Purple, recordando temas como ‘Child in Time’ o ‘Perfect Strangers’, sin embargo, ahí termina la comparación, pues ‘Remission Possible’ tiene su propio sonido y su propia aura.

Es un caso particular el poder escuchar un álbum de una banda con tanta trayectoria que siente tan interesante y distinto, aún conservando esa vibra que nos encantó desde el principio, pues Whoosh! da testimonio de que Deep Purple no se define solo por los temas de hace casi 50 años, pues el legado de esta banda no terminará pronto.

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