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“NO HAY RESPUESTA A VIOLENCIA DELICTIVA”

ARZOBISPO SEÑALA LINCHAMIENTOS COMO “RESPUESTA” DE LOS NO ESCUCHADOS.

La intención de linchamiento de pobladores de la Zona Huasteca, por defender a un religioso lesionado por un atacante, es la “respuesta” de quienes no han sido escuchados, opinó Jesús Carlos Cabrero Romero arzobispo de la Arquidiócesis de San Luis Potosí.

El sacerdote Miguel Camacho, párroco de la iglesia ubicada en la delegación Tambaca, en el municipio de Tamasopo, fue apuñalado la noche del domingo, por un presunto delincuente que intentó ingresar a su casa parroquial. Tras el ataque, residentes de la zona intentaron lincharlo.

En entrevista en la Catedral de Xochimilco, matizó que la comisión de ese ataque “tiene que hacer caer en la cuenta”, pues aquellos que no tienen voz ni voto también han perdido a sus seres queridos por actos de violencia “y siguen en el silencio, y nadie da razón de ellos”.

Ante la permanencia e incremento de la delincuencia, el prelado potosino exhortó a la población potosina a unirse por el bien común, dejar de opinar tanto y optar por “ponerse actuar” desde el entorno inmediato.

“Yo creo que, uno como toda persona merece el respeto a la vida, el derecho por lo tanto a ser respetado. Considero que, si ahora el atentado es hacia un miembro de la iglesia católica, y sobre todo (la Huasteca), consideremos que cobrarse por su propia mano, no resuelve los problemas”, apuntó.

“NO NOS GUSTA ESTE PAÍS”

“No vamos a politizar los hechos ni tenemos la intención de hacerlo ni sucederá así, pero no nos gusta este México donde hay delincuencia”, manifestó a nombre de la Arquidiócesis Potosina el vocero Juan Jesús Priego Rivera, respecto del ataque al párroco de Tambaca.

Dijo que la víctima fue su compañero en el Seminario Mayor, y lo conoce como un buen ministro de culto. Aseguró que el hecho no se debe estrictamente a un ataque a la institución eclesial, sino a la inseguridad a la que todos los mexicanos estamos expuestos, y que puede afectar a quien sea.

Dijo que la Iglesia Católica condena el hecho delincuencial y espera que el gobierno no vea el suceso como un factor de politización, puesto que no es así.

“Se trata del México en el que estamos viviendo y no nos gusta este México, donde nos encontramos con estos sucesos que finalmente terminan por perjudicar a las personas, con independencia de quiénes se trate (con información de Martín Rodríguez).

Rubén Pacheco / PULSO

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